Llego por la mañana al campo de tiro. Mientras monto mi arco me saluda Ángel Arce, mi compañero de club y buen amigo que regresa de recoger sus flechas de la diana del peto a cincuenta metros. Yo sigo con mi proceso tranquilamente y me pongo a calentar empezando por el cuello, hombros y brazos para acabar con la cintura, como hago siempre. Ángel tira de nuevo, da gusto verle y encima está sembrao el tío, un diez, otro, para acabar las tres flechas con un nueve. Le acompaño al peto mientras hablamos de cosas varias. Regresamos a la línea de tiro y él recoge ya su arco pues tiene que irse a trabajar y yo empiezo a tirar.
Ufff...A la derecha, las cuatro flechas y encima una se me queda baja, normal, acabo de empezar, es lógico pues todavía no tengo la tonalidad del tiro y estoy frío.
Ángel se despide y me quedo solo. Vuelvo a tirar y otra vez a la derecha...Pues no me voy a pegar con el arco, no, ¡hala!, dos vueltitas a la derecha del visor y ya está. Tiro de nuevo...a la dereeeeeeeeecha...Amos a ver, me planto y pienso conmigo pismo, sí...ya sé que aunque hice una tirada curiosa este domingo pasado, ahora puedo estar más flojito. ¿Qué hago mal?
Haber, el visor ya está demasiado a la derecha en relación con la medida normal de mis tiradas, es más, como lo siga girando me lo va a tapar la ventana del arco. Algo estoy haciendo mal.
Me planto en la línea de tiro. Me concentro en hacer bien todos los gestos previos, procurando que en el momento del tiro, no se me mueva el arco del brazo y que la suelta sea lo más relajada posible. Bien, suelto y .....¡¡Joder!, ahora más que soltar, lo que he echo a sido darle un zarpazo a la cuerda...No pasa nada, flecha tirada, flecha olvidada. Haber que más....Ya, me cuesta un huevo que salte el clicker, estoy agarrotado o el jodío invento este del maligno se me ha desplazado en algún momento dado, mientras lo montaba o al guardarlo o ¡qué se yo...!
Abro, anclo y me fijo...Pues parece que esté bien colocado pero necesito a alguien que me lo mire pues así es incómodo. Ahora es cuando me acuerdo lo que digo que los errores siempre te los ve mejor un compañero que uno solo a si pismo. Adelanto un pelín el clicker, na...unos tres milímetros. Abro despacito, por si me salta el clicker demasiado rápido y no...algo mejor, pero...Sigo estando a la derecha ¡qué incoherencia!, me digo para aliviarme pues ya estoy comiéndome el coco. ¿qué vigilo ahora? A, claro, la relación de la cuerda en la ventana, haber si la veo donde siempre, alineada con la línea del cuerpo de la ventana. La varío un poquito y...¡¡Coño !!, a la izquierda...(Ya decía yo que el visor estaba demasiado a la derecha...) Corrigiendo que es gerundio ing sajón del banco naranja este que resulta ser holandés y que ¡¡Vaya día que tengo más gilipuá!!.
Chan, chan, chan....Pienso ma non troppo...Una izquierda , tres derecha...Toy sembrao...El amarillo empieza a mirarme con aire de descojone...(¿será capullo?) Línea de tiro otra vez...Empiezo a recordar el día que me llevé a un compañero de trabajo a La Morgal a practicar pues estaba interesado en el tiro con arco y lo puse a diez metros en un peto, después de darle cuatro nociones de cómo debería tirar, pero nociones de amigo, no de monitor, para no alargar mucho la cosa y para que pudiese disfrutar un poco de algo que lo más seguro iba a tardar en volver a hacer... le empiezo a corregir los típicos errores brazo de arco, mano de cuerda, etc, pero sin agobiarlo. La primera flecha por encima del peto y un bonito viaje en el antebrazo...Y eso que le puse la brazalera....Las flechas, ya iban al peto, pero después de su quinto viaje en el brazo, la cosa empieza a ser "amoratada y dolorosa", él insiste en tirar más y le digo que no que va a ser peor...Le controlo solo una vez más y es cuando me doy cuenta que el jodío está usando mi arco de diestro pero apunta con el ojo izquierdo...Normal, al cruzar toda la cara para apuntar, mete el antebrazo hasta la cocina...La culpa es mía por olvidar lo más elemental. Una vez corregido el defecto ya no se da, pero ya está magullado el pobre y mejor lo deja por ese día. Alucina cuando monto el arco para olímpico y más cuando ve que tiro a setenta metros , no solo no se escapan si no que encima las meto en el amarillo. Me comenta que le parece imposible y es ahí cuando le digo que al contrario de lo que mucha gente se cree, esto no es tan fácil, como él mismo pudo ver...
Vuelvo a la línea de tiro después de fumar un cigarrillo y de dejar de acordarme de René y de su antebrazo (que exhibió muy orgulloso con el resto de los compis, no por el mero echo del moretón, si no por haber sido como...)
Me fijo en las huellas que mis deportivas han dejado en la línea de tiro con la humedad de la hierba...Hay algo raro...Me planto en las mismas huellas y me doy cuenta...Estoy con los pies demasiado cerrados. Abro mis pies como medio pié más. Me planto y tiro, y lo noto...estoy más estable, abro mejor, no me cuesta abrir el clicker y la suelta es la correcta.....Flechas en amarillo, varias tiradas y la mayoría en amarillo (ojo, que también me salen al rojo e incluso al azul, pero sé que es por la suelta).
Respiro un poco aliviado, aunque sigo estando algo irregular pero no me preocupa...¿Será posible que esta pequeña tontería de los pies fuera tan importante?, pues si...Pero también pienso que a veces, los humanos, en nuestro afán por mejorar los errores, buscamos cualquier motivo ajeno que los disculpe y nos agarramos como clavos ardiendo a cualquier cosita con tal de solventarlos, pero es que en esto está la gracia, de no estar siempre bien y que la cabeza hace muuuuuucho en esto del tiro y que si hoy es un día tonto, ya habrá otro mejor porque lo que no se puede hacer es obsesionarnos pues corremos el riesgo en caer en un pozo profundo donde el salir sea extraordinariamente difícil...
Ufff...A la derecha, las cuatro flechas y encima una se me queda baja, normal, acabo de empezar, es lógico pues todavía no tengo la tonalidad del tiro y estoy frío.
Ángel se despide y me quedo solo. Vuelvo a tirar y otra vez a la derecha...Pues no me voy a pegar con el arco, no, ¡hala!, dos vueltitas a la derecha del visor y ya está. Tiro de nuevo...a la dereeeeeeeeecha...Amos a ver, me planto y pienso conmigo pismo, sí...ya sé que aunque hice una tirada curiosa este domingo pasado, ahora puedo estar más flojito. ¿Qué hago mal?
Haber, el visor ya está demasiado a la derecha en relación con la medida normal de mis tiradas, es más, como lo siga girando me lo va a tapar la ventana del arco. Algo estoy haciendo mal.
Me planto en la línea de tiro. Me concentro en hacer bien todos los gestos previos, procurando que en el momento del tiro, no se me mueva el arco del brazo y que la suelta sea lo más relajada posible. Bien, suelto y .....¡¡Joder!, ahora más que soltar, lo que he echo a sido darle un zarpazo a la cuerda...No pasa nada, flecha tirada, flecha olvidada. Haber que más....Ya, me cuesta un huevo que salte el clicker, estoy agarrotado o el jodío invento este del maligno se me ha desplazado en algún momento dado, mientras lo montaba o al guardarlo o ¡qué se yo...!
Abro, anclo y me fijo...Pues parece que esté bien colocado pero necesito a alguien que me lo mire pues así es incómodo. Ahora es cuando me acuerdo lo que digo que los errores siempre te los ve mejor un compañero que uno solo a si pismo. Adelanto un pelín el clicker, na...unos tres milímetros. Abro despacito, por si me salta el clicker demasiado rápido y no...algo mejor, pero...Sigo estando a la derecha ¡qué incoherencia!, me digo para aliviarme pues ya estoy comiéndome el coco. ¿qué vigilo ahora? A, claro, la relación de la cuerda en la ventana, haber si la veo donde siempre, alineada con la línea del cuerpo de la ventana. La varío un poquito y...¡¡Coño !!, a la izquierda...(Ya decía yo que el visor estaba demasiado a la derecha...) Corrigiendo que es gerundio ing sajón del banco naranja este que resulta ser holandés y que ¡¡Vaya día que tengo más gilipuá!!.
Chan, chan, chan....Pienso ma non troppo...Una izquierda , tres derecha...Toy sembrao...El amarillo empieza a mirarme con aire de descojone...(¿será capullo?) Línea de tiro otra vez...Empiezo a recordar el día que me llevé a un compañero de trabajo a La Morgal a practicar pues estaba interesado en el tiro con arco y lo puse a diez metros en un peto, después de darle cuatro nociones de cómo debería tirar, pero nociones de amigo, no de monitor, para no alargar mucho la cosa y para que pudiese disfrutar un poco de algo que lo más seguro iba a tardar en volver a hacer... le empiezo a corregir los típicos errores brazo de arco, mano de cuerda, etc, pero sin agobiarlo. La primera flecha por encima del peto y un bonito viaje en el antebrazo...Y eso que le puse la brazalera....Las flechas, ya iban al peto, pero después de su quinto viaje en el brazo, la cosa empieza a ser "amoratada y dolorosa", él insiste en tirar más y le digo que no que va a ser peor...Le controlo solo una vez más y es cuando me doy cuenta que el jodío está usando mi arco de diestro pero apunta con el ojo izquierdo...Normal, al cruzar toda la cara para apuntar, mete el antebrazo hasta la cocina...La culpa es mía por olvidar lo más elemental. Una vez corregido el defecto ya no se da, pero ya está magullado el pobre y mejor lo deja por ese día. Alucina cuando monto el arco para olímpico y más cuando ve que tiro a setenta metros , no solo no se escapan si no que encima las meto en el amarillo. Me comenta que le parece imposible y es ahí cuando le digo que al contrario de lo que mucha gente se cree, esto no es tan fácil, como él mismo pudo ver...
Vuelvo a la línea de tiro después de fumar un cigarrillo y de dejar de acordarme de René y de su antebrazo (que exhibió muy orgulloso con el resto de los compis, no por el mero echo del moretón, si no por haber sido como...)
Me fijo en las huellas que mis deportivas han dejado en la línea de tiro con la humedad de la hierba...Hay algo raro...Me planto en las mismas huellas y me doy cuenta...Estoy con los pies demasiado cerrados. Abro mis pies como medio pié más. Me planto y tiro, y lo noto...estoy más estable, abro mejor, no me cuesta abrir el clicker y la suelta es la correcta.....Flechas en amarillo, varias tiradas y la mayoría en amarillo (ojo, que también me salen al rojo e incluso al azul, pero sé que es por la suelta).
Respiro un poco aliviado, aunque sigo estando algo irregular pero no me preocupa...¿Será posible que esta pequeña tontería de los pies fuera tan importante?, pues si...Pero también pienso que a veces, los humanos, en nuestro afán por mejorar los errores, buscamos cualquier motivo ajeno que los disculpe y nos agarramos como clavos ardiendo a cualquier cosita con tal de solventarlos, pero es que en esto está la gracia, de no estar siempre bien y que la cabeza hace muuuuuucho en esto del tiro y que si hoy es un día tonto, ya habrá otro mejor porque lo que no se puede hacer es obsesionarnos pues corremos el riesgo en caer en un pozo profundo donde el salir sea extraordinariamente difícil...
Saludos